Sonreíd.

Así es, la vida tal y como la vivimos, es un cúmulo de experiencias. Unas son buenas; y otras malas. Pero lo importante es que de todas se aprende, de la más buena y sobretodo de la más mala.

Desgraciadamente, y según la forma que tiene de ver la vida nuestra sociedad, solemos quedarnos con las malas antes que con las buenas, aunque también es cierto que estas primeras suelen tener más peso que las demás.

Desgraciadamente yo he pasado por algunas experiencias que no le deseo a nadie, que son difíciles de superar, y por eso quiero concienciar a todo el mundo que aprendar de todo eso, pues en el futuro les servirán para ahorrarse muchos disgustos.

Nos guste o no, de las grandes hostias se aprende, y se aprende mucho.

Aún así, no seamos siempre negativos, pues la vida es maravillosa y nos esperan grandes vivencias llenas de buenos momentos y sobretodo, rodeados de buena gente.

Simplemente os digo, SONREÍD, tanto a lo bueno, como a lo malo, pero SONREÍD.