22.

Y ahora, sin esperarlo, toca decir adiós.

Toca decir adiós a nuestra vida en común, a nuestro futuro juntos y a un pasado lleno de recuerdos maravillosos pero a la vez grises.

Las lágrimas son solo el reflejo de lo que dos personas han vivido juntos y ya no vivirán. O si, quien sabe, el destino es muy caprichoso, todo lo que un día se separó puede volver a unirse.

Solo me queda darte las gracias por todo lo que he vivido contigo, por ese 'mundo'  imaginaio que habíamos creado a nuestro alrededor, un mundo en el que solo estábamos tu y yo.

Todo me recuerda a ti, absolutamente todo, pues lo nuestro fue tan grande, que abarcamos demasiado.

Gracias por aparecer en mi vida, no me olvides, yo no lo haré, es más, ya te estoy recordando.

Recuerda, escribo por ti. Un día te ganaste mi amor, y eso dura para siempre.

Te quiero, y mucho.